Paco Gallego 28/3/2021
(En la foto el poeta
Vicente Aleixandre, amigo de Miguel ante su tumba originaria)"Aunque bajo la tierra
mi amante cuerpo esté,
escríbeme a la tierra,
que yo te escribiré."
Miguel Hernández, condenado a 30 años de prisión, pasó por tres cárceles donde enfermó de neumonía, tifus, tuberculosis y murió sin atención médica, sólo atendido por sus compañeros de prisión. Las autoridades lo dejaron morir por no renunciar a que se publicasen sus poemas en España y Latinoamérica. Incluso el obispo de Alicante, ante el que intercedió su esposa para que fuera llevado al hospital de tuberculosos, puso como condición que se casaran por la iglesia y que le entregara sus escritos.
Impresionante relato de poco más de 12 minutos donde Nieves Concostrina y Carles Francino recuerdan los detalles de los últimos momentos del poeta, su entierro y las vicisitudes y humillaciones que sufrió su viuda.
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