Manuel Yaben 27 sep. 2025
Los productores reclaman apoyo para realizar implementaciones en cebaderos y la construcción de mataderos en la región
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Los ganaderos de Extremadura quieren que el valor de sus producciones no escape de la región. Los extremeños lamentan que la riqueza de sus explotaciones, que concentran más de un cuarto del censo de ovino en España, huye de la tierra de los conquistadores por falta de inversión y de unidad en el sector.
La Unión de Extremadura indica que parte del valor que generan los productores viaja a otros lugares por un déficit en la cadena, ya que pese a contar con 3.464.468 cabezas de ovino, el 25,74 % del total en España, únicamente el 3,3 % de los sacrificios nacionales se producen en la comunidad.
La delegación de la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos en Extremadura ha exigido a la Consejería de Agricultura apoyo para acometer inversiones en cebaderos, que se fomenten la construcción de mataderos y ayudas para la comercialización de las canales.
«O sea, que hacemos lo más difícil que es criar los corderos y una vez los tenemos, se mandan a otras comunidades a cebarlos y sacrificarlos dejando en las mismas el valor añadido. En Extremadura tenemos los corderos, el pienso, el espacio necesario para los cebaderos ¿Qué es lo que sucede entonces? ¿Por qué tenemos que vender el cordero con poca edad para que sean otros los que se queden con la plusvalía?», apuntan en la organización.
Esta reclamación de los ganaderos fue reivindicada en cierto modo la pasada primavera por la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (Anice). La industria condenó entonces la apertura a la venta de ovejas vivas a Argelia, ya que consideraban que aunque fuera una medida temporal ponía en riesgo una parte fundamental de la cadena de valor ganadero-cárnica, «desplazando la actividad hacia un mercado especulativo centrado en el comercio de animales vivos, que solo se mantiene mientras persista la coyuntura favorable».
La petición de los productores extremeños ahonda en que, aunque el gran problema del sector es la escasa mano de obra para el cuidado diario de los animales, esta falta de medios para el cebado y sacrificio lastra su potencial.
«Un problema puede ser el poco peso de las cooperativas ganaderas en la región, tenemos muchos productores individuales que al estar solos no tiene tiempo para el cebo, el ganadero por regla general es más individualista que el agricultor. Otro motivo es el fracaso de los mataderos en la región, se produce mucho cerdo ibérico y se sacrifica en Salamanca, se cría mucho vacuno y ovino y se sacrifican en Castilla y León, Mancha o Cataluña», indican.
Las posibles restricciones por la expansión de la lengua azul aparecen como otra de las preocupaciones que invita a los ganaderos de ovino extremeños a solicitar un impulso para la mejora en cebaderos y mataderos.
Los serotipos implicados el 1, 3 y 8, a los que se suma el 4 como de riesgo, han provocado lesiones en las extremidades, lengua, abortos e incluso la muerte del animal, con un perjuicio muy señalado en ovejas que dificulta seriamente los planes de venta y cría de los ganaderos.
«Esta situación puede provocar el colapso de este sector ya que, como ocurrió el año pasado, si por motivo de la enfermedad se inmovilizan las explotaciones y no se pueden vender animales fuera de la región, Extremadura no tiene en estos momentos capacidad ni de cebo ni de sacrificio de su cabaña», aseveran desde la delegación extremeña de la Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, que ha remitido por escrito y de manera urgente estas peticiones a la Consejería de Agricultura.
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