agosto 25, 2006

Cuentos para ser leídos con los 5 sentidos

SUEÑO DE UNA NOCHE... CALUROSA... DE VERANO

Desde el primer día que le conoció sintió algo distinto. No era especialmente atractivo pero sabía qué decir para agradar -no importaba el sexo ni la edad- Lo comprobó rápidamente.

Recordaba sus roces como momentos a guardar, pequeños instantes que alimentaban sus fantasías, sobre todo, sexuales.

Aunque, últimamente, éstas se limitaban a ensoñaciones con abrazos furtivos, eso sí, abrazos con pasión, carnales, boca que busca su boca, su cara, sus mejillas, su contacto total, ninguna distancia entre ambos, sus manos aferrándose a su cuerpo, buscando su piel, tocándole la espalda toda -su espalda- los hombros, las manos se la deslizan por el pecho, las manos que se le escapan...

Las primeras veces que fantaseó con él se imaginó citas a hurtadillas, encuentros explícitos en habitaciones neutrales, sexo adulto sin más pretensión que el puro goce mutuo, disfrutar de sus cuerpos libremente, temporalmente, sin compromisos, viviendo el momento, ese momento, como único e irrepetible, aunque puedan existir otros... mañana, lo importante es el ahora, su fusión carnal, su enajenación mental, ese perder la cabeza buscado, hallado, gozado.

El pasado... pasó. El mañana... no es. Estoy... no estoy.
Carpe Diem
-----------------------------------------------------
¡VIVA LA IMAGINACIÓN!
-
Te imagino... llegaste primero, corres más, el coche está aparcado y tú paseas.
-
Te veo y dejo el mío en una sombra -hace calor- salgo... vienes, nos miramos, tu mirada me acaricia... me arrulla... me turba -siento un escalofrío- mis brazos, mis manos te agarran... tienen miedo.
-
Te estrecho fuerte, muy fuerte ¡por fin! mi boca busca la tuya, titubea... mis besos, me fundo en tu boca, me disuelvo en tu boca, todo desaparece salvo tu boca.
-
¿Cuánto tiempo ha pasado? no lo sé, no me importa... o sí me importa, y mucho.
Queremos más, pero ¿cómo? miramos a nuestro alrededor ¡el arco romano! está cubierto y la jornada laboral terminada, no hay nadie. Llevas una manta en el maletero, la coges y nos escabullimos dentro. La extiendes -la extendemos- y comenzamos a desnudarnos.
-
Siento algo de verguenza ¡qué estupidez! también tú.
-
Nuestros cuerpos comienzan a hacer tanteos, se desconocen, dudan, me dices que adoras mi cuerpo, que ansías mi cuerpo, que sueñas con él... me apruebas.
-
¿Tanto tiempo esperando, ansiando este momento? y ahora, se temen. Porque quieren gozar y ser gozados, les cuesta adaptarse... tienen otras costumbres, distintas costumbres.
Le suspendes... Son: las 5 de la mañana.
-
DEDICATORIA: Os los dedico a ti Clarissa y ti Xienra, por lo que me habéis hecho disfrutar con vuestros relatos. PAQUITA
Aclaración -que no hace falta-: Los escribí hace unos meses, pero es ahora cuando los hago públicos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Paquita! Todos llevamos ese sensible e insensato "animal" dentro. Hay que mimarle de vez en cuando para que viva con gracia y no muera nunca.
Mil besos,

Anónimo dijo...

Creo que si la gente no te comenta más es porque no pones bien el enlace de tu página con tu nombre. No sé si me explico...
Buen fin de semana a ti también. Yo, después de las fiestas estoy molida!
Besos,

Anónimo dijo...

¡Paquita vaya sorpresa...!

Esta vez has sido tu la que nos has hecho pasar un buen rato con este par de sueños (o realidades soñadas, quien sabe...).

La segunda me ha gustado especialmente, una fotografía muy acertada de esos primeros y desconcertantes momentos de la intimidad.

Gracias de veras, un orgullo para mi saber que alguien disfruta leyéndome...me he sonrojado un poquito...

EBE dijo...

...tienes razón mi niña VIVA LA IMAGINACIÓN..poca cosa somos sin ella.
Besitos!

Anónimo dijo...

..tienes razón mi niña VIVA LA IMAGINACIÓN ..poca cosa somos sin ella