Mikel Tar Orrantia Diez y Diario Público comparten enlace. 14/06/2019 - ALEJANDRO TORRÚS
... Este viernes el Ayuntamiento de Madrid inaugura una placa en memoria de Arturo Ruiz, el joven de 19 años que fue asesinado por un comando ultraderechista un día antes de la matanza de Atocha en 1977. La familia Ruiz viajó la semana pasada a Argentina a prestar declaración ante la jueza María Servini, que instruye la única causa judicial que investiga los crímenes del franquismo y de la transición. El asesino de Arturo permanece en paradero desconocido.
Arturo Ruiz tenía 19 años. Estudiaba y trabajaba como
albañil. Era el 23 de enero de 1977. En sus bolsillos llevaba una foto
de carné de una mujer, un llavero de los hermanos Kennedy y 75 pesetas.
Era activo políticamente. De izquierdas. Aquel día salió a las calles
para participar en una manifestación que reclamaba una amnistía política
total para los presos antifranquistas. Fue asesinado cruelmente. Por la
espalda. José Ignacio Fernández Guaza, miembro de un comando ultraderechista de cuatro personas
con vínculos con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, acabó con su vida.
Le disparó dos veces mientras Arturo trataba de huir. El asesino acertó
con el segundo disparo. Antes, había gritado 'Viva Cristo Rey'.
José Ignacio Fernández Guaza huiría rápidamente del
país. Se sabe que pasó por Euskadi. Que desde allí llamó a su pareja y
le pidió que mandara dinero a un amigo suyo. Después, se conoció que este amigo era Guardia Civil.
De ahí pasó a Francia y nunca más se tuvo certeza de su paradero. El
Ministerio de Justicia confirmó que en sus archivos no consta ninguna
petición de extradición o de comisiones rogatorias a otro país. Pero
Guaza no actuó solo. De hecho, la pistola con la que asesinó a Ruiz no
era suya. La portaba el también ultraderechista Jorge Cesarsky.
Este, según declaró ante la Justicia, había sacado la pistola de su
bolsillo para disparar al aire con el objetivo de amedrentar a los
manifestantes. Fue entonces cuando Fernández Guaza le arrebató el arma
para disparar mortalmente contra Arturo. Era una pistola de calibre 7'65
x 17 mms, de cañón fijo, semiautomática. Sin guía de pertenencia ni
licencia de uso.
El juicio en la Audiencia Nacional concluiría en 1978 y la sentencia condenaría únicamente a Jorge Cesarsky (...)
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