En el recorrido que hemos emprendido por la arquitectura popular de Serrablo hoy nos fijamos en el apartado de "piezas accesorias de la construcción".
En el libro "Artesanía de Serrablo" de julio Gavín, José Garcés y Enrique Satué podemos leer:
"Las puertas eran un elemento esencial. Las había de hierro forjado para los corrales, cuadras y demás, pero las más interesantes eran las que se ponían en las puertas principales de las casas. Solían ser de madera y llevaban los accesorios necesarios salidos de la herrería: las corruneras, para sujetar la puerta al marco, los clavos con multitud de formas y muy decorativos, las cerrajas y sus llaves correspondientes, los picaportes y, sobre todo, los llamadores; estos últimos pueden tener una significación (¿jerarquía, poder?) por la relación que tienen con la entrada en la casa". (Página 123)
Su
tipología es muy variada, con formas geométricas, fálicas o de animales,
como culebras o este lagarto que se puede contemplar en el Hostal de
Ipiés.
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