Gloria VS 13/1/22
Quiero brindar desde aquí un homenaje a todas esas mujeres que hicieron de una aguja y un dedal su medio de sustento. Trabajadoras incansables, y luchadoras natas. ¡Gracias a todas ellas!.
La autarquía franquista vetó y rechazó la independencia y la libertad de la mujer a rasgos dominantes. La incorporación a la vida laboral lejos del hogar, ser madre o abnegada esposa, estaba muy limitada, y poco considerada por parte de una sociedad entornada a la sumisión femenina de forma exclusiva.
Las mujeres de clases populares y humildes encontraban en la costura la única salida para obtener una remuneración económica por ellas mismas. Ellas se encargaban de confeccionar la ropa de toda la población.
La dictadura frenó el crecimiento económico del país, el autoabastecimiento era lo preponderante, se vivía en una economía plenamente sumergida donde escaseaban muchos productos básicos, el famoso estraperlo nació de aquellos lodos de miseria y poca accesibilidad a materias necesarias.
Sin la existencia de marcas "low cost" ni potencial monetario para lujos, nuestras antecesoras eran las encargadas de coser todo tipo de prendas desde ropa de trabajo de cualquier oficio, ropa de calle, pijamas, interior, uniformes de colegios, vestimentas de bodas, sábanas, cortinas, incluso mortajas.
Tener una máquina de coser era un privilegio, no todas las mujeres de la época podían disponer de una de ellas. Nuestras abuelas hilaban muchas horas con grandes dolores de espalda, y dejándose la vista en ello. Era un trabajo duro, sin horarios ni vacaciones, y mal pagado, pero sin embargo era una de las escasas oportunidades de tener una mínima autonomía económica; aún así el abuso también estaba presente y en muchos casos el patriarcado acérrimo les arrebataba las ganancias.
Tiempos difíciles donde la memoria no se puede obviar ni dejar atrás. Recordar es ayudar a perseverar. El progreso nace de pequeñas oportunidades que crecen con esfuerzo y constancia.
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