febrero 24, 2014

El Opus Dei y la oscura "Cuarta Planta" de la Clínica Universidad de Navarra

El Opus Dei en España controló los gobiernos de los últimos 15 años del dictador Francisco Franco y  se encargó de que el diseño de la transición a la Democracia no enturbiara su estatus e intereses, la conocida como «transición modélica», cuyos pilares se basaron en la máxima de Francisco Franco: «Lo dejo todo atado y bien atado».
http://www.alazul.com/noticias/324/opus-dei-oscura-cuarta-planta-clinica-universidad-navarra#SpaniardHorrorStory publicado 20/12/2013 
Es Opus Dei es una oscura organización (prelatura), dentro de la Iglesia Católica, fundada en España en 1928 por un aragonés sacerdote católico, Josemaría Escrivá de Balaguer. Una organización absolutamente jerarquizada con un líder espiritual, San Josemaría, y un libro de apoyo fundamental, «El Camino». Políticamente impone a sus miembros el nacional-catolicismo como ideología y ha tenido vínculos con los gobiernos de extrema derecha en todo el mundo.
Si España es la "central" de Opus Dei en el mundo, la región española de Navarra (Comunidad Foral de Navarra) es el bastión de esta prelatura dentro del país. La Universidad de Navarra, propiedad del Opus Dei, es la preponderante en la región y la Clínica Universidad de Navarra, también del Opus Dei, es una de las más encumbradas a nivel nacional.
La denominada "Cuarta Planta" de la "Clínica Universidad de Navarra" es citada continuamente por los ex-Opus Dei -que lograron escapar de la organización- como el lugar a donde llevan a miembros de la organización con problemas mentales. Según los ex-miembros del Opus, estos trastornos mentales, o son provocados por la forma de vida aplicada a los miembros, o por el acoso psicológico a que son sometidos aquellos en quienes detectan indicios de querer abandonar la organización.  En esta "Cuarta Planta" son diagnosticados por psiquiatras pertenecientes en exclusiva al Opus Dei y sometidos a fuerte medicación. Ex miembros del Opus también acusan y denuncian - donde pueden- prácticas que van más allá de la psiquiatría y se sumergen en la experimentación con tecnologías no convencionales de control mental a distancia derivadas, entre otros, de las investigaciones del Dr. Delgado.
Los miembros del Opus Dei son fundamentalmente "numerarios" o "supernumerarios". Los "numerarios" son miembros solteros de dedicación plena, laicos que viven el celibato, la pobreza y obediencia; usan el cilicio -que fabrican en conventos de monjas- para mortificarse y combatir las tentaciones de sexo; habitan en centros del Opus Dei; se dedican a las tareas internas y son los que mantienen “la maquinaria” de la Obra en funcionamiento. Entregan todos sus sueldos, bienes y herencias a la organización, que lo invierte en inmuebles bajo la figura de sociedades mercantiles de las que los socios tienen firmado un "vendí" de sus acciones, con la fecha y nuevo dueño en blanco.
Los "supernumerarios" están por lo general casados y viven en su propia casa; una vez por semana reciben "dirección espiritual" de un numerario, se confiesan, dan cuenta de sus metas apostólicas, captación de nuevos miembros, etc. Entregan un porcentaje de su sueldo a la Obra.
Las dos dedicaciones principales del Opus Dei son, por un lado, posicionar a sus miembros en la política, el ejército y los cuerpos de seguridad, la gran banca, los medios de comunicación, la judicatura, y los "negocios" - utilizando testaferros y sociedades pantalla -. El prelado del Opus depende directamente del Papa, escapando así a la autoridad de los obispos.
La segunda ocupación es controlar y mejorar una de las redes de centros de enseñanza más prestigiosas del mundo, en donde reclutan numerarios, normalmente antes de, o en la misma Universidad, pues es muy difícil convencer a los adultos. La captación se practica entre niños (14 años), especialmente entre los hijos de los supernumerarios que son educados en estos colegios.
Los numerarios no viven en sus casas particulares sino en centros de la Obra. En palabras de un ex-numerario: “Las casas donde vive la gente están llenas de personas con problemas, deprimidos, que tienen que tomar pastillas constantemente". Las mujeres, mayoritariamente ocupadas en funciones auxiliares, aunque tengan titulación universitaria, están sometidas al dominio jerárquico de los varones".
Muchos niños y jóvenes se salen en cuanto pueden empezar a pensar por su cuenta, en cuanto sienten más intensamente las pulsiones sexuales. Pero otros se auto reprimen, se fanatizan y uno de los efectos secundarios son los trastornos psicológicos de tantos chicos y chicas, muchos de los cuales han intentado suicidarse o terminan haciéndolo.
Las informaciones sobre casos de suicidios de miembros del Opus Dei en España crecen a medida que se pregunta a antiguos miembros, como JJRR, profesor de Filosofía, que se pegó un tiro en Pamplona (Navarra). En algunos casos, los directivos del Opus tratan de maquillar las circunstancias: NG, directivo del Opus en Córdoba, gran deportista, profesor de Física en un Instituto, se tiró por una ventana de su casa una noche y se dijo que era un caso de sonambulismo. Según parece, está enterrado en el cementerio de Córdoba (España) con una lápida sin nombre...
A la "Cuarta Planta" de la Clínica Universitaria de Navarra son enviados los miembros de Opus con problemas. Por una parte, hombres y mujeres que sufren trastornos psicológicos producidos por las contradicciones de la vida del numerario. Al cabo de cierto tiempo, muchos entran en depresiones, en neurosis...
Los directivos del Opus no permiten que profesionales de la salud mental ajenos a la Obra se ocupen de ellos y han organizado un equipo propio en la "Cuarta Planta" nutrido exclusivamente por miembros del Opus, para tratarlos. La ex numeraria Carmen Charo Pérez de San Román, paciente de la "Cuarta Planta" relata: "Yo sufrí una depresión debido a la vida llevada en la Obra como numeraria, de negación de toda autoestima, de fomento permanente de la inseguridad personal, de incoherencia entre lo que se vive y lo que se piensa... las directoras de la Obra y los médicos me hicieron creer que Dios me quería enferma".
El doctor en política y derecho, sociólogo y ex-miembro del Opus Dei, Alberto Moncada, afirma que la segunda fuente de pacientes para la "Cuarta Planta" son los indecisos o críticos; y que los directivos del Opus consideran que la desviación ideológica sobre la línea marcada por la organización es una enfermedad mental, y que entonces los afectados son aconsejados o forzados a pasar una temporada en la "Cuarta Planta" de Clínica Universidad de Navarra donde son mantenidos en estado de fuerte sedación mediante tranquilizantes y drogas debilitantes de la voluntad.
Quienes conocen el lado más oscuro de la Obra son los rebeldes o indecisos que quieren salirse de ella. Multitud de testimonios implican a los directores, numerarios y supernumerarios más fanáticos en oscuras y estudiadas prácticas de acoso que terminan en muchos casos volviendo loco a los rebeldes o haciendo que lo parezcan ante sus familiares, para luego ser internados en centros psiquiátricos.
Moncada, expone un ejemplo: "una familia de dinero de Barcelona, muy exhibida por el Opus, una de cuyas hijas, numeraria, decidió salirse y, tras muchas dificultades, lo consiguió, yéndose a vivir con una prima suya. Pero sus antiguas correligionarias no cesaron de perseguirla, incluso por la calle hasta que la chica se tiró por una ventana. La gente de su ambiente quedó muy impresionada aunque la familia no dejó traslucir la tragedia."
María, una ex-Opus, relata a ALAZUL DIGITAL: "el Opus Dei con su  ejército de esclavos gratuitos y renovables sustenta la, cada vez más lucrativa, empresa psiquiátrica, farmacéutica y médica en general, que permite a la jerarquía eclesiástica el tener bajo control a cualquiera. El trabajador rebelde se vuelve sumiso y dócil con un cáncer de colon. El ateo anti misas reza como un descosido después de un diagnóstico "adecuado". Los siervos de a pié son los encargados de provocar en el infortunado paciente algunos de los síntomas que lograrán dar con sus huesos en el hospital, la cárcel o el psiquiátrico. Otros síntomas pertenecen a una ciencia que sólo poseen los que se llaman a sí mismos 'élites'.
Continúa María relatando lo que hacen con los rebeldes: "le insultan por la calle sin motivo aparente, le empujan desconsideradamente, se vuelven para mirarle, le señalan con el dedo... (Todo esto cuando está solo, por supuesto, para que funcione no debe verlo nadie más). Cuando la persona va sola y pasan a su lado hacen un gesto neutro como torcer el morro, mojarse los labios, resoplar, etc. O imitan al sujeto en algún gesto personal pero corriente. Hacen esto una y otra vez hasta que la persona se da cuenta. Una vez que se ha percatado de que se lo hacen a él lo repiten y repiten dejando perpleja a la persona, que no entiende nada, al ser cada vez un "Opusino" diferente y sin relación entre ellos".
María: "La persona se irrita y se extraña de qué individuos a los que no conoce se comporten así;  si lo comenta con alguien cercano, éste no habrá visto nada raro y quedará en ridículo ... Si la víctima pregunta al "Opusino" de turno o lo increpa, éste se hará el sorprendido. Así intentarán que la víctima pierda los papeles delante de conocidos"... "Denuncias falsas civiles y penales pueden seguir a esto, destrozos en los bienes, dolores y molestias físicas causadas con  tecnologías de radiofrecuencias, microondas, ultrasonidos, etc. Echan insectos por los respiraderos de la casa, malos olores, ruidos resonantes, pitidos, conversaciones en el rellano soltando su nombre de vez en cuando... Le reclaman deudas y recibos todos a la vez, vienen a revisar el gas, el ascensor, el edificio, un comercial...;  la víctima, ahora, ya sabe la mala intención que tienen estos criminales pero no puede probar nada y si su salud mental ya está en entredicho se sentirá indefenso..."
María: "Los delincuentes aprovecharán su ventaja para difundir rumores difamatorios y tratarán de forzar una evaluación psiquiátrica, o dos, o tres, hasta que alguna sea "positiva" y su entorno familiar le fuerce a un tratamiento, que es el que consigue los objetivos de deterioro mental buscado y el control del individuo... El asunto lo vienen trabajando desde hace lustros, por lo tanto tienen la trama muy bien montada. La persona sucumbe en lo físico o en lo mental. Si no se deprime o se hace diagnosticar un cáncer "se trabajan" un trastorno delirante con manía persecutoria o lo que haga falta. Esto puede durar muchos años... tienen esclavos suficientes".



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