Bene Stampa ha compartido la publicación de Ana Clara Arce. · 24/3/2018
Poema dedicado a un desaparecido de la dictadura por su hermano, que también acabaría desaparecido.
Lo escribió Ricardo Salinas en 1976 dedicado a su hermano Alfredo, que había desaparecido en 1975. Un año después Ricardo y su pareja Silvana a su vez fueron secuestrados y desaparecidos.
Imposible permanecer indiferente.
Tal vez no sepamos nunca
qué fue lo último que viste.
Quizás un nogal centenario,
... enardecido en la selva.
Quizás el sol milenario, arriba de todo.
Quizás el negro monstruoso
de la venda en los ojos de los torturados.
Tal vez no sepamos nunca
exactamente a qué hora,
qué día,
bajo qué lluvia.
Pero sí sabemos, hermano,
que en la punta derecha
del banco de carpintero,
hay un pedazo de tu risa
bailoteando, como si nada,
con el pasodoble del serrucho.
Yo conservo intacta tu mirada
y afilado en el taller
está el canto de tu silencio.
Aunque ellos tengan,
Dios sabe dónde, tu cadáver.
Yo me he quedado con tu risa,
y abrazada al fuego casi loco,
es nuestra tu alegría.
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