Y
otro día, de nuevo, una mujer será asesinada, o apaleada, o violada, o
amenazada. Una mujer, en algún lugar, tendrá miedo de un extraño,
apretará el paso, intentará llegar a casa cuanto antes y procurará
evitar los parques o pedirá que vengan a buscarla al metro. Una mujer,
en algún lugar, se tragará su NO y aguantará el asco porque es muy
joven, y no entiende nada, y no sabe qué ha hecho mal para que ese chico
que tanto le gustaba no deje de manosearla aunque a ella le inc
omode.
Una mujer, en algún lugar, pensará que la culpa es de ella, por haberse
puesto ese vestido, por beberse unas copas, por desinhibirse, por
creerse a salvo, por confiar. Una mujer, en algún lugar, leerá las
historias que cuentan otras mujeres ( #cuéntalo),
y recordará, empatizará, y mirará a su hija esperando que, por fin, a
ella y a las que han de venir ya no les pase ninguna de estas cosas.
Marisa Peña, Nos queda la palabra.
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