Es
hora de ver el largo y tortuoso camino que nos queda por recorrer.
España sufre la terrible desgracia añadida de tener que andar cargando
la pesada mochila facha
Un millón de personas infectadas y 55.000 muertas con
coronavirus en todo el mundo. Una región china inició esa senda que ha
ido invadiendo países y sociedades enteras. Unos antes, otros después;
con distintas bases para afrontarlo, con actitudes diversas. Es hora de
ver en los otros y nosotros el largo y tortuoso camino que nos queda por
recorrer, aprender de las respuestas y reacciones, de las gentes. De lo
positivo y negativo que cabe esperar. España sufre la terrible
desgracia añadida de tener que andar cargando la pesada mochila "facha".
Ese eufemismo casi dulce que esconde involución, codicia, corrupción,
ineficacia, malas artes y una total falta de escrúpulos.
Solo
en España se ha visto, al menos con tanta intensidad, a ese sector que
agrupa básicamente a la derecha política y mediática al servicio de
algunos poderes económicos y fácticos, lanzado a la yugular del Gobierno
para tumbarlo y sustituirlo por uno de su conveniencia. Sin reparar en
qué más arrasan. Su ofensiva ha agudizado la angustia y el miedo de una
ciudadanía que en líneas generales se está comportando con una admirable
madurez y comprensión. Las manadas de hienas son contundentes, aunque
minoría, y están empezando a perder la batalla ante la sensatez de
tantas personas que entienden lo que ocurre. El fracaso absoluto de la
última cacerolada contra el Gobierno fue un índice notable.
Una vez que se empezó a comprobar la virulencia del coronavirus se fueron demostrando varias tesis:
–Nadie estaba preparado para un ataque así.
–Faltaban
medios en un mundo dirigido por políticas a corto plazo y priorizando
el lucro económico sobre el bienestar de las personas.
–El
Sistema de Sanidad Publico ha sido determinante en la evolución de la
enfermedad, para bien y para mal. España lo había debilitado bajo
mandato del PP, a pesar de las protestas de los profesionales en la
Marea Blanca. En los países que apenas existe, se vive un desastre
–La
gran disyuntiva ha sido y es paralizar la actividad para detener los
contagios o continuarla aunque ocasione más víctimas humanas. La
economía, primero. Economy, First.
–Las consecuencias
sobre la economía son dramáticas, sí. Previsiblemente, temporales. Un
tejido social sólido, con los derechos de los trabajadores protegidos
marcaría grandes diferencias. En España también lo habían debilitado las
Reformas Laborales.
–La auténtica salida pasa por la
investigación científica. Se trabaja intensamente en tratamientos y
vacunas. España cuenta, porque la ciencia española es puntal, a pesar de
los hachazos sufridos. A modo de ejemplo, el gobierno de Rajoy recortó
un 26.38% el presupuesto de ciencia e investigación, dejándolo en 6.320
millones de euros en 2012. Al año siguiente, otro 6.3% , para bajar a
5.926 millones, y en el 2014 preelectoral lo subió un 3,26% y dejarlo en
6.140 millones. Son datos de ReaccionaDos (Aguilar, 2014) (...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario