Fernando Broncano R · 16/4/2020 ieccs.es Jorge Moruno
Magnífico artículo de Jorge Mo Jorge Moruno:
"En esa contradicción, en aumentar el tiempo disponible a la vez que recrudece el encadenamiento al trabajo, el capital “sirve, a pesar suyo, de instrumento para crear las posibilidades del tiempo disponible social, para reducir a un mínimo decreciente el tiempo de trabajo de toda la sociedad”. Dicho de otra forma, hoy es posible pensar una sociedad que gire en torno al derecho a la existencia, del mismo modo que otrora fue posible pensar la jornada laboral de 8 horas y las vacaciones pagadas. Lo que permite su viabilidad y lo convierte en derecho es la fuerza social que, contra quienes repiten que es imposible, arranca tiempo al capital y lo convierte en tiempo de vida liberado de su férula. El fulcro de la libertad es, hoy al igual que ayer, el hambre social de emancipación y la voluntad de poder por mejorar."
"En esa contradicción, en aumentar el tiempo disponible a la vez que recrudece el encadenamiento al trabajo, el capital “sirve, a pesar suyo, de instrumento para crear las posibilidades del tiempo disponible social, para reducir a un mínimo decreciente el tiempo de trabajo de toda la sociedad”. Dicho de otra forma, hoy es posible pensar una sociedad que gire en torno al derecho a la existencia, del mismo modo que otrora fue posible pensar la jornada laboral de 8 horas y las vacaciones pagadas. Lo que permite su viabilidad y lo convierte en derecho es la fuerza social que, contra quienes repiten que es imposible, arranca tiempo al capital y lo convierte en tiempo de vida liberado de su férula. El fulcro de la libertad es, hoy al igual que ayer, el hambre social de emancipación y la voluntad de poder por mejorar."
Reconocer y proclamar que cada cual
tiene ante todo el derecho a vivir, y que la sociedad debe repartir
entre todo el mundo, sin excepción, los medios de existencia.
Kropotkin
En una reciente entrevista publicada en el diario El País, el historiador económico Adam Tooze explicaba que nos adentramos en lo que él entiende como terra incógnita.
Según explica, no encuentra ejemplos parecidos ni se puede rastrear
nada parecido en los últimos dos siglos y medio de historia. En efecto,
no existen precedentes en la historia, ni en intensidad ni en dimensión,
de lo que ha provocado la pandemia del Covid-19 o, dicho de otro modo,
nunca como ahora se había parado tanto todo durante tanto tiempo.
Desconocemos la dimensión de los efectos sociales, políticos y
económicos que nos aventura el futuro más próximo, pero revisando las
reacciones en las anteriores crisis, nos podemos hacer una idea y
asegurar que, de seguir el normal curso de las cosas, el resultado será
más desigualdad, más desgarro, dolor y segregación.
Todo cambia, pero el espíritu permanece y el capitalismo seguirá siendo capitalismo por una sencilla razón: persisten los elementos nucleares que hacen posible que se pueda hablar de capitalismo, tanto en la Inglaterra del siglo XIX como en la Unión Europea del siglo XXI (...)
Todo cambia, pero el espíritu permanece y el capitalismo seguirá siendo capitalismo por una sencilla razón: persisten los elementos nucleares que hacen posible que se pueda hablar de capitalismo, tanto en la Inglaterra del siglo XIX como en la Unión Europea del siglo XXI (...)
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