Fernando Broncano R 25/2/22
Observo en muchos de los mensajes de FB que la reacción ante la invasión de Ucrania es de miedo (¿qué nos pasará?). Es natural, pero tal vez lo que deberíamos sentir es algo distinto: con buenas razones, Europa y EEUU han decidido dejar sola a Ucrania para no escalar la guerra a lo que podría llegar a ser un conflicto nuclear. El pueblo ucraniano, como antes la República española y Checoslovaquia en la II Guerra Mundial, ha sido abandonado para limitar el conflicto. Deberíamos sentir compasión y cierta vergüenza ante una decisión que elige un mal menor.
Hasta hace poco, mucha gente de la prensa sentía admiración por Rusia y China (o por Víktor Orbán y otras imitaciones). Gente no solo ultraconservadora, sino columnistas bienpensantes. Esperemos que la gente que aplaude los autoritarismos observe cuáles son sus consecuencias: sus doctrinas de la seguridad terminan necesariamente en guerras de invasión. Y apoyemos de todas las formas posibles al pueblo ucraniano al que le espera un negro futuro de autoritarismo (Putin cambiará su gobierno, su constitución y le someterá a una vigilancia y control de la disidencia). Al menos tratemos a los refugiados mejor de lo que trataron los franceses a los republicanos españoles.
En fin, aprendamos geoestrategia en un mundo postglobalización.
Algunos nos preguntábamos cómo sería una era después del neoliberalismo. Ahora lo sabemos. Bienvenidos al desierto de lo real.
.............
PERROFLAUTAS DEL MUNDO: María Victoria Martinikorena, víctima de abusos de una monja: "Las mujeres abusadas y violadas somos invisibles"
No hay comentarios:
Publicar un comentario