13/11/22
He escuchado la entrevista que le ha hecho Javier del Pino a Richard Malka en la Ser, a raiz del libro "el derecho a cagarse en Dios", y me ha parecido muy buena. No es sólo una defensa consecuente y sólida del derecho a la libertad de expresión, sino una crítica mordaz a todo tipo de fanatismo. Y es, creo, muy certero cuando analiza otros fenómenos, no solo el religioso, donde el victimismo se ha convertido en una forma de paternalismo que acaba transformándose en fanatismo, que permite linchar a quien se atreve a criticar las posiciones de las víctimas de algo. Las víctimas de algo o de alguien, sobre todo si lo son de delito, tienen derecho a su debida protección, pero esa protección no es extensible a sus opiniones, porque sus opiniones no son de por sí criterio de verdad. Muy recomendable, porque hoy el fanatismo en España, por empezar por lo más cercano, no es sólo de la religión
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