Resulta paradójico que en un momento en el que Sumar no es electoralmente una fuerza de choque como lo fue en su día Podemos y su pragmatismo se traduce en políticas propias de cualquier socialdemocracia clásica, el PP produzca un vídeo sobre una irreal Yolanda Díaz comunista y adicta a la moda. Lo significativo no es la caricaturización del adversario, el machismo y el clasismo presentes en esa campaña viral, lo preocupante es la crítica sin fundamento a una propuesta racional y moderada sobre la gestión de residuos textiles y el gran problema económico y medioambiental que supone la fast fashion, la moda rápida, una propuesta con la que está de acuerdo cualquier persona informada y también cualquier compañía textil responsable y sostenible, incluida la todopoderosa Inditex. Como viene siendo habitual, el PP eleva a derecho fundamental el consumismo desenfrenado y el capricho individual. ¡Tengo derecho a estrenar una camiseta cada día, tengo derecho a que esa camiseta me cueste 3 euros y tengo derecho a tirarla a la basura al día siguiente! (...)