octubre 07, 2025

Un tesoro escondido en el mar de Baleares: el hábitat secreto de los rodolitos, mapeado por primera vez

Irene R. Aguado   Palma

El Centro Oceanográfico de Baleares del IEO-CSIC logra cartografiar 100 kilómetros cuadrados de estos fondos marinos, refugio de biodiversidad y muy vulnerables a la actividad humana   

Fondos de rodolitos fotografiados con el bentoscopio. / IEO-

El fondo marino de Baleares guarda un tesoro poco conocido y, a la vez, muy frágil: los hábitats de maërl o rodolitos, formados por algas rojas calcáreas que crecen lentamente y dan cobijo a multitud de especies. Un equipo del Centro Oceanográfico de Baleares del IEO-CSIC ha cartografiado este verano unos 100 kilómetros cuadrados de estos fondos, situados entre los 50 y los 100 metros de profundidad, y ha logrado elaborar el primer inventario de su biodiversidad.

Durante dos semanas de campaña a bordo del buque Ramón Margalef, los investigadores realizaron 380 grabaciones de vídeo y decenas de muestreos de flora y fauna. El resultado es un mapa detallado de este bosque submarino y una primera lista de especies asociadas (algas, invertebrados y peces) que confirma su relevancia ecológica, según han explicado desde el centro en un comunicado.

Los rodolitos funcionan como auténticos puntos calientes de biodiversidad en el Mediterráneo, un equivalente marino a los arrecifes de coral por la vida que concentran. Pero esa riqueza biológica convive con una gran vulnerabilidad. En Baleares, estos hábitats se encuentran hasta los 85 metros de profundidad y, en muchos casos, coinciden con caladeros de pesca de arrastre. Esta superposición aumenta el riesgo de degradación de un ecosistema protegido por normativas europeas e internacionales.

La información recogida es fundamental para diseñar estrategias de gestión que permitan compatibilizar la conservación marina con actividades como la pesca, destacan los investigadores. El objetivo es garantizar que estos ecosistemas sigan siendo refugio para la vida marina en un contexto marcado por el cambio climático y la presión sobre los recursos.

El estudio supone un avance para la protección del patrimonio natural submarino de Baleares. Hasta ahora se conocía la existencia de los rodolitos en el archipiélago, pero no se había realizado un mapeo tan detallado ni un inventario de las especies asociadas. Ahora, los científicos cuentan con una base sólida para reforzar las medidas de conservación y trasladar la importancia de estos hábitats a la sociedad      

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