febrero 25, 2007

Toda una vida... (+ Pierre Miró)

¿Quien es Pierre Miró? Puede que se pregunte alguien.
Respuesta: epv.
Este artículo lo ha publicado este viernes pasado 23/2/07. y lo traslado aquí integramente.

Toda una vida

Por mi palabra de honor y de caballero que por cada víctima que hagáis he de hacer lo menos diez. (Queipo de Llano, general golpista, 26 de julio de 1936)
En febrero del año 37 del siglo pasado se produjo la entrada de las tropas autodenominadas nacionales en Málaga. Todos los testimonios coinciden en que la huida de civiles y milicianos por la carretera de la costa son espeluznantes. Mujeres, niños y viejos, más indefensos por lo común, sufrían especialmente las consecuencias del fuego de los morteros que llegaba desde el mar y el de los aviones que, en vuelo rasante, ametrallaban sin piedad a los fugitivos.
En la ciudad, abandonada, espesas columnas de humo se alzaban sobre los restos de las casas derruidas por las bombas. La venganza de los facciosos sobre Málaga fue, para algunos historiadores, la más horrenda de toda la guerra: el embajador británico en Madrid informó al Foreign Office de que durante la primera semana de “liberación” de la ciudad, los nacionales fusilaron sin juicio previo a 3.500 personas y desde el 15 de febrero al 25 de agosto de 1944 otras 16.952 más fueron sentenciadas “legalmente” a muerte. El fiscal de los sublevados en Malaga fue Carlos Arias Navarro, de infausta memoria, más conocido como “Carnicerito de Málaga”, por razones obvias.
No está de más recordar la extrema violencia con que se condujeron, deliberadamente, los rebeldes. El general Queipo de Llano, en uno de sus mensajes a la prensa, el 24 de julio de 1936, decía claramente: ¿Qué haré? Pues imponer un durísimo castigo a esos idiotas congéneres de Azaña. Por ello faculto a todos los ciudadanos a que, cuando se tropiecen con uno de esos sujetos, lo callen de un tiro. O me lo traigan a mí, que yo se lo pegaré.
Por su parte, el general Mola, en instrucciones previas al golpe decía: Se tendrá en cuenta que la acción ha de ser en extremo violenta para reducir lo antes posible al enemigo. El día siguiente al golpe continuaba: Hay que sembrar el terror… dejar sensación de dominio eliminando sin escrúpulos a todos los que no piensen como nosotros. Y, finalmente, concluía: Yo veo a mi padre en las filas contrarias y lo fusilo.
Por último, otra figura siniestra fue el teniente coronel Yagüe, célebre por la matanza de la plaza de toros de Badajoz. Desde las primeras horas de la mañana del 15 de agosto de 1936, se emplazaron ametralladoras en las contrabarreras del toril que abrieron fuego sobre la multitud de hombres y mujeres allí concentrados: republicanos, socialistas, comunistas, anarquistas y simples hombres de campo, jornaleros, campesinos y demás paisanos fueron cayendo tronchados por el fuego de las ametralladoras. Según algunos testimonios, hubo moros y falangistas que bajaron a la arena para jalear a los prisioneros, como si de reses bravas se tratase. Las bayonetas, a modo de estoque, eran clavadas en los cuerpos indefensos de los campesinos con el beneplácito de jefes, oficiales y suboficiales. Luego abrían fuego las ametralladoras; los cuerpos eran retirados en camionetas y carretas y el ruedo comenzaba a llenarse de nuevo.
Setenta años después, la ciudad de Málaga rinde este mes homenaje a las víctimas de “la desbandá”, como fue conocida la huida hacia Almería. Un testimonio directo me fue transmitido hace mucho tiempo sin rencor ni resentimiento y me sirvió de enseñanza para no olvidar nunca con quien nos jugamos los cuartos, que, como decía León Felipe, en todas las épocas son los mismos hombres, las mismas guerras,/ los mismos tiranos, las mismas cadenas,/los mismos farsantes, las mismas sectas. Para contrarrestarlos, queda la esperanza de que, como también concluye el escritor zamorano, siempre existirán los mismos poetas.
Pierre Miró escribió este post el 23/2/2007 a las 8:02 am

3 comentarios:

Larrey dijo...

Espero, el día de mi muerte, poder mirar al pasado con la conciencia tranquila de no haber causado daño a nadie. Por suerte ni me puedo imaginar lo que es una guerra. Por cierto, darse una vuelta por mi antiguo barrio (Aluche), veréis al General Fanjul, al General Yagüe, y otras muchas calles en memoria de animales del estilo

Caminante dijo...

Esos mismos nombres, al menos el de YagÜe, están a la izquierda del Paseo de la Castellana.
Buen día tengas Antonio. PAQUITA

Anónimo dijo...

¿Queréis cabrearos de verdad?

Una vueltecita por Santander, o por alguna localidad famosa por las anchoas( y/o por tener aún concejales de Falange)