abril 05, 2010

Silencio, Fotos y Tiempo

(Publicados en el blog de una amiga el martes 5 de enero de 2010 bajo el título genérico Vivir Adrede 35,36,37. PAQUITA)

35.- EL SILENCIO

En el principio fue el silencio. Abrumador, inextinguible,poderoso. Qué espléndida laguna es el silencio. El oído científico y ateo no ha descubierto aún cuál fue el primer sonido que se enfrentó a esa calma ni cuál fue el ser viviente que profirió el alarido inaugural.

En eso del origen de lo humano, los creyentes se apoyan en el Génesis y allí se enteran de la aparición de Adán, de Eva y de la serpiente celestina (también creación de Dios) que organizó los primeros amores incestuosos. Después la cosa se puso trágica y los primeros cainitas acabaron con los primeros abelitas.

Mientras tanto, el silencio era un vigía contemplativo pero inmóvil y así siguió de siglo en siglo, escudriñando guerras de soslayo y desmenuzando paces, tan breves como transitorias.

A partir de ese tramo, el silencio se metió en los insomnios y también en los sueños, donde las peores pesadillas convertían al durmiente en ciego y sordo. Así pues, cuando los amantes se abrazan en silencio no escuchan el latido de sus conmovidos corazones. Y cuando los suicidas ingresan en el fin, quizá comprendan que la muerte es el silencio. Por su parte, el silencio del mar,que escucha siempre, es más concentrado que el de un cántaro,más implacable que dos gotas.

Algunos veteranos narran que en su gastada sombra sólo el grillo hacía trizas el silencio pero, cuando enmudecía la serenata, la oscuridad era de nuevo silenciosa y azul.

Así y todo, para qué negarlo (tal como lo escribí hace treinta años), hay pocas cosas tan ensordecedoras como el silencio.

36.- FOTOS

Las recorro una por una. Colección del pasado. Conmovedor. Exasperante. Módico. Comparecen padres, abuelos, hermano. Amigos que murieron leales. Otros que traicionaron en vida. Amores y desamorespero sobre todo un largo y definitivo amor. Gobernantes y gobernados. Aparecidos y desaparecidos. Rostros de la tortura. Ojos de los verdugos. Horribles. Presencia de los ausentes. Muros con exigencias, con denuncias; otros con homenajes. Árboles y más árboles. Y el mar,bendito mar. Barcos que no volvieron. ¿Seguirán con su escolta de delfines? Nostalgia de un ensueño. Planicie del rotundo despertar. Y el mar, el mar de nuevo. Con nubes que lo techan. Y gaviotas, las mías, las que saben mi nombre,por supuesto es mentira, pero ¿no sería maravilloso que sus alas tan lisas volaran para mí?.
Fotos de un palacete junto a un pobre tugurio. La reina de belleza abrazando a un mendigo. Y el mar. Ahora mismo confirmo,juro,asumo ante el espejo,que agregaré más fotos con el mar, este mar mío.

37 .- TIEMPO

Me aferro al tiempo como si pudiera sujetarlo. Pero él transcurre, inexorable y sordo. Los sabios más estúpidos envían misiles y naves espaciales para formalizar su idilio extraterrestre, pero es inútil,nadie los espera. Cada cuerpo celeste, planeta, asteroide o aparente luminaria, es tan sólo un vacío. Nadie es el dueño de la nada, y la nada es el pozo, el abismo es de nadie. No hay preñeces, no hay partos,no hay palabras, no hay llantos. Sólo cunde el silencio. No hay sangre que justifique que hubo vida. Sólo rocas de burla, aire mudo, que ni siquiera es aire. ¿Dónde estarán las órbitas, las tímidas burbujas, aptas para llenar las ansiosas mochilas de la ciencia? ¿De qué le servirá este techo de tinieblas? No hay sueño sino la pesadilla más tediosa. No hay números: es la ruta del cero baladí. No hay letras:salvo la Z inútil de algún borde. No hay tierra para endiosar a la semilla. No hay. No hay.
Lo que hay está aquí, en nuestro mundo de codicia y hambre. Niños que mueren entre lluvia y lluvia. Cada viejo,cada matusalén que se abraza a la muerte, la antediluviana y la de hoy. Y jorobada y todo ella se los lleva. No se sabe si a Dios o a otro lejano adiós, tal vez más promisorio. Me aferro al tiempo como si pudiera sujetarlo. Qué pavada ¿no? Qué epílogo de algo, qué prólogo de nunca. Basta por hoy. Y por la mañana. Chau.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Dice Benedetti que le devuelvas lo que le robaste :)
"Qué espléndida laguna es el silencio" El silencio de Benedetti.