junio 02, 2010

En el nombre del padre -de Israel-... (+ Pierre Miró)

Publicado el Martes, 1 de Junio de 2010 por ©Pierre Miró el texto En el nombre del padre www.elpobrecitoveedor.net/blog/

Mi generación, por suerte o por desgracia, tuvo que aprender en la escuela pública (entonces no había otra) algunos pasajes bíblicos de la única religión que, por entonces, impregnaba la sociedad española hasta los tuétanos (para los más jóvenes, tal situación era conocida como nacionalcatolicismo). Como todo el mundo sabe, la Biblia como tal libro no existe, sino que es un compendio de libros, libritos y libracos que van del Antiguo al Nuevo Testamento, y que comprende desde el Pentateuco a toda la panoplia de libros proféticos antes de Cristo, para terminar con todos los posteriores de los apóstoles.

Dicen quienes lo han leído a fondo, que en el Antiguo Testamento se da la verdadera imagen del dios que adoran los judíos. Ese Yahveh al que acuden sus dirigentes para bendecir las tropelías que están cometiendo sistemática y cotidianamente con los palestinos a los que echaron miserable y salvajemente de su territorio. Ese dios al que el Libro de Ezequiel hace decir: “Y haré en ellos grandes venganzas con reprensiones de ira; y sabrán que yo soy Yahveh, cuando haga mi venganza en ellos.” El mismo dios que para José Saramago "no es de fiar, es mala persona y vengativo".

Dicen que los católicos no leen la Biblia, porque nadie es capaz de zamparse un libro de ese tamaño, y los judíos no sé lo que harán, desconozco sus costumbres. Pero es muy posible que los mismos que asesinan durante el día a civiles palestinos o a activistas pacifistas que acuden en misión humanitaria a Gaza, se empapen por las noches de algún capítulo del Levítico, del Deuteronomio o de cualquiera de los libros de los profetas mayores, menores o mediopensionistas que en el mundo fueron. Incluso puede que hasta se traguen algún rollo Macabeo, ya fuere del I o del II tomo.

Mientras tanto, la comunidad internacional, esa entelequia que aparece tan dispuesta a denunciar cualquier cosa que acontezca en Cuba, Venezuela o Irán, se esconde miserablemente y hace como que dice, o dice como que hace, esto es, absolutamente nada, para parar la barbarie de Yahveh, o de sus voceros en la tierra, que tanto da. Porque sabido es que los dioses hablan por boca de sus portavoces autorizados, en este caso rabinos.

Cuando sucede algún episodio a los que Israel nos tiene acostumbrados, no queda más remedio que jurar o blasfemar en arameo, salir a la calle –física o virtual- y protestar, protestar y, protestar. Los más valientes se suben a un barco que sólo pretende ayudar y llevar alimentos, medicinas y material humanitario a una población sometida a condiciones mucho más crueles que las que infringieron los nazis al gueto polaco. Se están jugando literalmente la vida y muchos de ellos la pierden, como se ha visto en la última de las hazañas bélicas judías del siglo XXI.

Muchos periódicos españoles, que siguen las consignas del gobierno de los halcones israelitas y de la derecha más reaccionaria de este país (FAES-PP, sobre todo), justifican la acción enfatizando que los activistas portaban armas y que algunos, incluso, son terroristas de Hamás. Aunque se pruebe que esas armas nunca existieron, del mismo modo que sucedió con las de destrucción masiva irquíes, su dios, que dicen que todo lo ve, y que todo lo sabe, y que todo lo puede, y que es infinitamente misericordioso, no los castigará. Hasta es muy probable que los recompense próximamente con la toma del poder ejecutivo. Democráticamente, por supuesto.

Desgraciadamente, y así será mientras Yahveh y sus acólitos en la tierra sigan tomando partido por los invasores, el himno de los partisanos del gueto, que se canta en los actos conmemorativos del holocausto, podrían entonarlo dentro de los muros de Gaza. Sin cambiar ni una sola de sus palabras.

Nunca digas que esta senda es la final,
porque el cielo gris cubrió la luz del sol.
El momento tan ansiado llegará
y el sonar de nuestra marcha escucharán.
El clamor por tanta angustia y el dolor
desde el trópico hasta el polo sonará,
y al regar con sangre nuestra heredad,
la esperanza fuerte y pura crecerá.
No es un canto alegre, es canto de fusil,
no es tampoco pájaro de libertad,
es canción de un pueblo obligado a sufrir,
que con sangre y plomo el verso escribirá.

PAQUITA d.d. 22:18 (respuesta a comentario anterior)
Que… Cada cual hace lo que su “corazon” le dicta…, no sería nada malo si ese Corazón estuviera educado en el respeto al otro.
Si, por el contrario, se mantiene ignorante y delega la responsabilidad de sus actos en “otro” ser más o menos espíritual, en quien decide confiar “ciegamente” haga lo que haga…. Estamos Perdidos, Nos perdieron para la Vida con el cristianismo, se la hicieorn perder a otros con el islamismo y del judaismo ¡qué decir! si están dispuestos a regar con sangre y plomo una “heredad” que no es tal, sino expropiación pura y dura, y si no ¡A revisar los documentos de propiedad!
Yo sólo pasaba para comunicarte que hoy (…)
… y a la vez pedirte disculpas por el montón de correos que envié. Se me fue la cabeza y pretendí dejar limpia mi reserva sin pensar, demasiado, en los afectados, daños directos, que no colaterales. Un beso: PAQUITA


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