Marisa Peña · 18/8/2019
Mataron a Federico García Lorca, lo mataron, lo mataron, lo mataron, como a tantos otros, tras el golpe militar. Familias enteras sacadas de sus casas, golpeadas, asesinadas, tiradas en cunetas, hacinadas en cárceles esperando la muerte. Y no, no se murieron... Nos los mataron. Y no, no fue una guerra, fue un golpe de estado, fue un exterminio ideológico organizado de todo aquel que se significó de izquierdas y de sus familias. Y no fue una pelea cainita, fue la forma de proceder del fascismo en todos los países donde se manifestó: exterminio, represión, humillación del vencido, terror, expolio y reparto del botín. Y hasta que todo esto no quede claro no seremos una democracia plena jamás.
©Marisa Peña.
( Va por Remedios Palomo, y por su abuelo. Asesinado por ser alcalde, por ser republicano, por ser leal. Todo lo demás, el falso relato de los canallas y de los ignorantes. Que vaya muy bien esta tarde y que su memoria te acompañe)
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