Marisa Peña · 30/10/2019
esperar, no cansarse de esperar la alegría.
Sonriamos, doremos la luz de cada día
en esta alegre y triste vanidad del ser vivo.
Me siento cada día más libre y más cautivo
en toda esta sonrisa tan clara y tan sombría.
Cruzan las tempestades sobre tu boca fría
como sobre la mía que aún es un soplo estivo.
Una sonrisa se alza sobre el abismo: crece
como un abismo trémulo, pero batiente en alas.
Una sonrisa eleva calientemente el vuelo.
Diurna, firme, arriba, no baja, no anochece.
Todo lo desafías, amor: todo lo escalas.
Con sonrisa te fuiste de la tierra y el cielo.
Miguel Hernández.
Sonríamos, así, con la alegre tristeza del olivo. A pesar de las penas y de los descalabros.
Buenas noches, buena gente.
en toda esta sonrisa tan clara y tan sombría.
Cruzan las tempestades sobre tu boca fría
como sobre la mía que aún es un soplo estivo.
Una sonrisa se alza sobre el abismo: crece
como un abismo trémulo, pero batiente en alas.
Una sonrisa eleva calientemente el vuelo.
Diurna, firme, arriba, no baja, no anochece.
Todo lo desafías, amor: todo lo escalas.
Con sonrisa te fuiste de la tierra y el cielo.
Miguel Hernández.
Sonríamos, así, con la alegre tristeza del olivo. A pesar de las penas y de los descalabros.
Buenas noches, buena gente.
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