3 sept 2023 Alicia Avilés Pozo
En Castilla-La Mancha hay enormes zonas en riesgo ‘rojo’ de despoblación pero también hay 8.200 personas más que a principios de 2022. No hay más natalidad y, de hecho, el crecimiento vegetativo de la región sigue siendo negativo. Mueren más personas que las que nacen. Pero su saldo migratorio es muy favorable y hay cientos de personas que se han mudado desde otros países y otras comunidades autónomas, casi siempre limítrofes, para vivir aquí. Estos migrantes, casi siempre con un proyecto vital desarrollado en los pueblos, son los que han conseguido elevar las cifras de residentes y a los que Castilla-La Mancha debe que la lucha contra la despoblación ya consiga dar algunos frutos.
Cuando se cumplen dos años de la entrada en vigor de la Ley de Medidas Económicas, Sociales y Tributarias frente a la Despoblación y para el Desarrollo del Medio Rural en Castilla-La Mancha, los datos del Instituto Nacional de Estadística son incontestables: del 1 de enero al 1 de julio de 2023 se produjo un crecimiento vegetativo negativo (3.444 personas menos). El aumento de población se explica por tanto con el saldo migratorio.
En el primer semestre llegaron a la región 10.854 personas extranjeras (migración exterior) que se suman a las 698 que vinieron de otras comunidades autónomas (migración interior). Sumando ambas cifras, en total, llegaron 11.552 personas. Pero si se resta el hecho de que haya habido más fallecimientos que nacimientos, el resultado es que hay unas 8.200 personas más (...)
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