Inna Lazareva 28 de enero de 2019
Una piedra utilizada para el planchado de senos (theGuardian)La tradición de “planchar” el pecho de las niñas con una piedra caliente para retrasar la formación de los pechos se está extendiendo por Reino Unido, con decenas de casos registrados recientemente, según ha revelado una investigación de The Guardian.
Trabajadores sociales en Londres, Yorkshire, Essex y el oeste de Inglaterra cuentan a The Guardian casos en los que niñas preadolescentes de familias migrantes de diferentes países africanos como Camerún han sido sometidas a esta práctica dolorosa, abusiva y dañina.
Margaret Nyuydzewira, directora de la Organización de Desarrollo para Mujeres y Niñas Migrantes (Cawogido, por sus siglas en inglés), calcula que en Reino Unido unas mil mujeres y niñas han sido sometidas a esta práctica. No existe ningún estudio sistemático ni recopilación formal de información.
que sabe de entre 15 y 20 casos recientes sólo en la ciudad de Croydon. “Suele hacerse en Reino Unido, pero no en todas partes, como la mutilación genital femenina”, señala, describiendo la práctica en la que madres, tías o abuelas utilizan una piedra caliente para masajear repetidamente el pecho de las niñas con el propósito de “romper el tejido” y retrasar el crecimiento de los pechos. “A veces lo hacen una vez a la semana, a veces dos veces por semana, dependiendo de cómo resulte”, añade.
Los responsables de esta práctica, generalmente los progenitores, la consideran una medida tradicional que protege a las niñas de atraer la atención de los hombres, del acoso sexual y de las violaciones. Médicos y víctimas la consideran una práctica de abuso infantil que puede dejar marcas físicas y psicológicas, generar infecciones, imposibilitar la lactancia, provocar deformaciones e incluso cáncer de mama. La ONU lo describe como uno de los cinco delitos de violencia machista menos denunciados a nivel mundial.
Una mujer que vive en los suburbios de una ciudad inglesa cuenta que comenzó a plancharle el pecho a su hija en cuanto notó señales de la pubertad. “Cogí la piedra, la calenté y comencé a masajearle el pecho a mi hija”, relata. “La piedra estaba un poco caliente. Cuando comencé a masajearla, ella me dijo ‘¡Mama, está caliente!’”. La niña quedó con cicatrices y la policía interrogó a la madre, que luego fue puesta en libertad con una advertencia.
Otra activista de la comunidad, que prefiere permanecer en el anonimato, cuenta que sabe de entre 15 y 20 casos recientes sólo en la ciudad de Croydon. “Suele hacerse en Reino Unido, pero no en todas partes, como la mutilación genital femenina”, señala, describiendo la práctica en la que madres, tías o abuelas utilizan una piedra caliente para masajear repetidamente el pecho de las niñas con el propósito de “romper el tejido” y retrasar el crecimiento de los pechos. “A veces lo hacen una vez a la semana, a veces dos veces por semana, dependiendo de cómo resulte”, añade.
Los responsables de esta práctica, generalmente los progenitores, la consideran una medida tradicional que protege a las niñas de atraer la atención de los hombres, del acoso sexual y de las violaciones. Médicos y víctimas la consideran una práctica de abuso infantil que puede dejar marcas físicas y psicológicas, generar infecciones, imposibilitar la lactancia, provocar deformaciones e incluso cáncer de mama. La ONU lo describe como uno de los cinco delitos de violencia machista menos denunciados a nivel mundial.
Una mujer que vive en los suburbios de una ciudad inglesa cuenta que comenzó a plancharle el pecho a su hija en cuanto notó señales de la pubertad. “Cogí la piedra, la calenté y comencé a masajearle el pecho a mi hija”, relata. “La piedra estaba un poco caliente. Cuando comencé a masajearla, ella me dijo ‘¡Mama, está caliente!’”. La niña quedó con cicatrices y la policía interrogó a la madre, que luego fue puesta en libertad con una advertencia (...)
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