Pilar Campo Oviedo — 15 de septiembre de 2023
Sergio Narciandi, que cursó estudios de historia por la UNED, halló dos torques áureos, una especie de collares rígidos abiertos en su parte anterior y los entregó para su exhibición en el Museo Arqueológico
Sergio Narciandi es un ávido lector al que le gusta la historia, de la que llegó a estudiar algunas asignaturas a través de la UNED por “satisfacción personal”. Trabaja como operario en la empresa de aguas contratada por el Ayuntamiento de Peñamellera Baja, en la zona oriental asturiana. El pasado 29 de agosto, mientras rastreaba la traída de agua para el pueblo de Cavandi, encontró unas piezas y se dio cuenta enseguida de que se hallaba ante lo que su hija de cuatro años ha denominado “un tesoro”.
Se trataba de dos torques áureos, una especie de collares rígidos, abiertos en su parte anterior; una de las joyas más representativas de la orfebrería de la Edad del Hierro que en la Península Ibérica se data, aproximadamente, entre los siglos IX y II antes de Cristo.
Este vecino de la localidad asturiana de Pimiango acababa de descubrir que tenía ante sus ojos un hallazgo de gran trascendencia y lo primero que se le pasó por su cabeza fue contactar con las autoridades para que se hicieran cargo de las piezas porque sabía que debían ser expuestas en un museo.
“Nunca me planteé no entregarlas. Seré 'probe' pero sabía que era un descubrimiento muy importante. Era consciente de que era una pieza de un museo para disfrutarlo con mis hijas”, explica.
Sergio considera que su comportamiento fue algo “cívico y normal” y no dudó que los primeros pasos que debía dar era comunicar su hallazgo para que las piezas fueras examinadas y valoradas. Contactó con Pablo Arias Cabal, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Cantabria, quien comunicó la aparición de un torques áureo en las proximidades de Panes al Gobierno asturiano.
Ese mismo día por la tarde, él mismo acompañó al catedrático y al personal del museo hasta la zona donde había localizado la primera pieza. Durante la prospección superficial del lugar exacto donde se había producido el hallazgo se encontraron cuatro fragmentos pertenecientes a un segundo torques.
Las piezas fueron recuperadas en superficie, sobre los materiales procedentes de un corrimiento de tierras producido sobre una ladera con pronunciada pendiente (...)
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