Las fuertes tormentas, algunas con granizo, y las bajas
temperaturas de los últimos en el Pirineo han disparado los rescates en
la montaña hasta cifras que no son habituales entre semana. La Guardia Civil realizó un total de 13 auxilios: cuatro el pasado lunes, 6 de agosto, y nueve el martes. Algunos avisos llegaron a última hora y las operaciones de salvamento no finalizaron hasta el miércoles, por lo que los excursionistas tuvieron que pasar la noche en la montaña mojados y con frío.
En total, se ha evacuado a 52 personas, la mayor parte ilesas, aunque
también ha habido lesiones por caidas. Destaca el dato de que 33 eran
menores, el más pequeño de 2 años, ya que había varios grupos familiares
y un campamento scout. Evacuados en helicóptero 19 menores de un campamento scout
El teniente Santiago Gómez, jefe del Greim en Aragón, ha
comentado que el aumento de rescates de los últimos días se debió a la
meteorología. El martes por la mañana hacía buen día y la gente salió a
la montaña, viéndose sorprendida por las tormentas por la tarde. “El
mal tiempo provocó accidentes, extravíos, personas que no podían cruzar
un río, otros con hipotermias, que no podían volver…”. Ha
destacado la presencia de menores. “Los adultos son responsables y si
algún día no se puede, hay que abortar la actividad”. De hecho, se había
dado aviso de tormentas en el Pirineo, con alerta naranja.Otra circunstancia es que algunos de los rescatados habían empezado la actividad muy tarde. En algún caso, la excursión comenzó a las 12.00, lo que agravó la incidencia. En cuatro de los nueve rescates del martes, el aviso se dio a partir de las siete y media de la tarde, por lo que algunos concluyeron al día siguiente. “Han bajado las temperaturas, está habiendo tormentas de verano, como suele ser habitual y hay que tener cuidado, madrugar mucho y planificar bien la actividad, porque si ser avisa a última hora un rescate que a priori no es complicado se puede agravar”, ha recomendado Santiago Gómez.
13 rescates y 52 evacuados
El lunes fue rescatada una barranquista de nacionalidad francesa de 43 años, que se torció un tobillo al pisar una piedra inestable
durante el descenso en el Vero (Alquézar). También un barranquista de
54 años vecino de Zaragoza que se encontraba realizando rapel en el
barranco de la Foz (Bielsa) se precipitó contra el suelo unos 20 metros y recibió un fuerte golpe en la cabeza
y la cadera. Para sacarlo de allí, el helicóptero tuvo que deslizar la
grúa 40 metros. Posteriormente se le transfirió a otro aparato del 112
para evacuarlo a un hospital de Zaragoza. También a la capital
aragonesa se trasladó a un vecino de Pamplona de 59 años, tras sufrir un
fuerte golpe en la cabeza y el tórax en la zona de los ibones de Arriel
(Sallent de Gallego), a unos 1700 metros de altura.El último aviso del día se recibió sobre las 16.00. En ella se informaba a los servicios de rescate de que un montañero que se encontraba en la zona de los ibones de Batisielles presentaba una pierna dolorida y morada, al tropezar y golpearse, y no podía continuar la marcha. Él y otros compañeros habían realizado el día anterior una travesía y pernoctaron en un refugio en el monte. El lesionado era un varón de 57 años vecino de Madrid.
Entre los días 7 y 8 de agosto se produjeron otros nueve rescates. Un menor de 17 años, que iba con su padre, fue evacuado al hospital San Jorge de Huesca tras lesionarse la rodilla en el barranco de la Peonera (Bierge).
El rescate más multitudinario fue el de un grupo de 22 personas que se encontraba de campamento, entre los que había 19 menores de 14 y 16 años, sorprendido por una fuerte tormenta de granizo que tuvo que ser evacuado hasta la helisuperficie de Panticosa. Estaban mojados y con frío, y además uno de los jóvenes sufrió una caída que le provocó un corte en la rodilla que penetraba hasta el hueso. El herido fue trasladado al Hospital San Jorge de Huesca.
En el barranco de la Peonera (Bierge), un barranquista francés de 38 años se produjo una lesión en la espalda al saltar sobre una poza en la que cayó de espaldas. Una vez localizado el accidentado, fue inmovilizado y evacuado por helicóptero de la Guardia Civil al Hospital San Jorge de Huesca.
Y en la zona de Aiguacel, hacía el valle de Acumuer, una ciclista de Madrid de 51 años se cayó cuando se encontraba subiendo por una pista. Se lesionó un codo y no pudo continuar con la marcha, por lo que fue auxiliada y evacuada al hospital de Jaca.
Los servicios de rescate también recibieron el aviso de una excursionista que divisó a un grupo de personas, una familia francesa formada por un hombre y una mujer de 45 años y sus hijos de 11 a 16 años, haciendo señales de auxilio. Se encontraban enriscados en una zona próxima al barranco Barrasil (Bierge). El lugar presentaba una gran dificultad de acceso, con más de 200 metros de caída, y además el rescate se complicó por el fuerte viento proveniente de una tormenta que se acercaba, que obligó a instalar cuerdas y anclajes para acceder hasta los senderistas, sacarlos de allí y acercarlos a un sitio donde pudiera sacarlos el helicóptero. Estaban ilesos.
Otra familia, un hombre de 36 años, una mujer de 33 y tres menores de 2, 4 y 6 años, vecinos de Sevilla, solicitaron auxilio después de sorprenderles una fuerte tormenta de granizo cuando realizaban una ruta entre Piedrafita de Jaca y el Ibón de Piedrafita. Se guarecieron en una caseta de pastores, pero estaban empapados y los niños tenían mucho frío, explicó la Guardia Civil, y no podían continuar porque seguía la tormenta. Cuando los socorristas llegaron había una intensa granizada y por todas las laderas discurrían torrentes de agua, en algunos casos de una altura hasta la rodilla.
Y también una familia tuvo que ser auxiliada en el valle de Izas (Canfranc). Un hombre de 58 años y una mujer de 57 vecinos de Madrid, acompañados de sus hijos de 18 y 14 años, se habían perdido en el GR11 que estaban recorriendo y no conseguían orientarse. No podían cruzar el río debido a la gran cantidad de agua.
Un rescate que duró hasta el miércoles
El rescate más largo que se produjo estos días comenzó el martes y finalizó el miércoles por la mañana.
Un grupo de 8 personas, 6 de ellos menores, de nacionalidad alemana,
que realizaban la ruta entre los refugios de la Renclusa y Cap de
Llauset no habían llegado a su destino y no portaban frontales ni ropa
impermeable. Finalmente se les localizó, ilesos, mojados, cansados y con
frío, y tuvieron que pasar la noche en la montaña hasta que con la luz
del día los pudieron evacuar.Por último, en la zona de la Faja Mondarruego, una persona francesa de 30 años quedó enriscada tras ser sorprendida por una tormenta y desorientarse. El hombre fue localizado en una repisa con un cortado de 70 metros y fue trasladado en helicóptero hasta la helisuperficie de Boltaña.
En los diversos servicios participaron componentes de la Guardia Civil de los cinco grupos de montaña de la provincia (Jaca, Huesca, Panticosa, Boltaña y Benasque), con apoyo en uno de los rescates del equipo de Viella (Lérida), la Unidad Aérea, personal de Seguridad Ciudadana de Jaca y los sanitarios del 061.
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