Hola:
Tengo una noticia para ustedes. CTXT está a punto de cumplir cinco años
de vida. El 15 de enero de 2020 haremos gran fiesta de cumpleaños en el
Taller de Ctxt, el nuevo local de la revista, que como ya saben ha sido
posible gracias a que ustedes, suscriptoras y suscriptores, llevan
apoyándonos sin tregua desde 2016. En estos tres años de suscripciones,
sus contribuciones mensuales, semestrales o anuales han supuesto, de
largo, el mayor ingreso de la revista. Gracias a eso, los socios de
Revista Contexto SL pudimos primero empezar a cobrar unos pequeños
sueldos, y dejar después el Saloncito y alquilar una oficina de 90
metros en el Parque de Berlín. Ahora, gracias a que su compromiso nos
dio el impulso para seguir creciendo, tenemos ya siete trabajadores con
nómina en la Redacción, y podemos gastar cada año 150.000 euros en
colaboraciones periodísticas para intentar ofrecer textos de la máxima
calidad.
El modelo de la suscripción siempre fue unido en CTXT al de las
donaciones. Sabíamos que la publicidad basada en los millones de
pinchazos (más o menos reales) jamás iba a suponer un ingreso fijo para
la revista, y tampoco queríamos llenar la web de anuncios que saltan a
la cara del lector dejándolo inerme e impidiendo la lectura (disculpas
por los fallos técnicos que esta semana han coloreado de negro los
artículos: ya están resueltos). Gracias a una campaña de micromecenazgo
logramos salir al aire en enero de 2015 y afrontar los costes del diseño
y la construcción de la página web. Y gracias a una segunda campaña en
Goteo (El Contexto lo es todo) pudimos coger la fuerza necesaria para
llegar a un millón de lectores mensuales, que leen –de media– 10 minutos
cada vez que entran en CTXT (datos OJD interactiva).
Ahora
volvemos a pedir su ayuda. Hemos vuelto a la
plataforma Goteo para
intentar
recaudar los 55.000 euros que cuesta el documental Billy. El
proyecto, dirigido por el cineasta Max Lemcke, era en origen un guion
para un largometraje de ficción. Lemcke lo presentó a TVE, Antena 3 y
Movistar, pero las tres cadenas acabaron rechazándolo a última hora y
sin dar explicación alguna.
Lemcke y el director de fotografía, Javier Palacios, son amigos de CTXT y
acudieron a pedirnos ayuda. Llevan seis meses trabajando pro bono en el
rodaje del documental, invirtiendo mucho entusiasmo y tiempo en ello.
Han entrevistado ya a una veintena de víctimas y analistas, y les puedo
asegurar que el resultado es emocionante, doloroso, clarificador, y a
ratos, escalofriante. Pero es sobre todo necesario: en pleno avance de
la extrema derecha, recordar los crímenes de este personaje siniestro e
indagar en las razones de la impunidad y los honores que le dio la
democracia, es un deber, un imprescindible ejercicio de memoria
periodística y democrática.
Escuchar testimonios de personas como Lidia Falcón, contando cómo
Antonio Sánchez Pacheco le torturó no solo física sino también
psicológicamente, impele a cualquiera a tratar de llenar ese enorme
agujero negro de la transición. ¿Cómo fue posible tanta violencia y
tanto olvido? ¿Cómo hemos permitido, todos, tanta impunidad? Junto a las
víctimas, políticos como Pablo Iglesias y académicos como Ignacio
Sánchez-Cuenca nos ayudan a comprender mejor los perversos mecanismos
que operaron para convertir un periodo histórico en el que el Estado fue
responsable de más de 200 muertes violentas en una transición modélica.
Quizá sea esta la
raíz del problema. La
opacidad, la
versión oficial
falseada o dulcificada, la
desmemoria y la
ausencia de reparación y
justicia para las víctimas han caminado durante 40 años al lado no solo
del perdón para cientos de verdugos, sino de un oprobio aún peor: muchos
de ellos han sido premiados, condecorados, y han recibido honores,
sueldos y pensiones en vez de ser enviados a juicio y a prisión.
Una sociedad verdaderamente democrática no debería quedarse de brazos
cruzados ante semejantes tropelías e injusticias. Porque la historia que
se repite como farsa, a veces regresa como fascismo. Y hoy vivimos un
momento histórico especialmente peligroso. A los poderosos y quienes
estos protegen todo les está permitido. La policía no sufre las mismas
leyes que la ciudadanía. La ética entre los periodistas es un accesorio.
Los saqueados ya no tienen derecho ni a una disculpa. La deontología,
bah, ha dejado de existir. Los mercenarios de la propaganda han tomado
el poder. Y los periodistas y medios libres solo cuentan con ustedes,
queridos lectores y suscriptores, para seguir adelante.
Como las coincidencias no existen, en el momento en que CTXT lanzaba su
campaña de mecenazgo para Billy, han empezado a llegar anónimos a la
Redacción de CTXT. Por supuesto, no van a amedrentarnos. ¿Pero saben lo
que les molestaría de verdad a los enemigos del periodismo libre? Que
los desarrapados de CTXT consiguiéramos, una vez más, llegar al objetivo
y hacer esa película que intenta explicar las razones profundas de la
pervivencia de la impunidad del franquismo.
Pueden aportar aquí para Billy, desde un euro en adelante.
https://www.goteo.org/project/billy-el-documental
Nada nos gustaría más que invitarles a ver, en unos pocos meses, el
primer documental de CTXT, y a brindar por otros cinco años de
periodismo en contexto.
¡Salud y libertad!
Miguel Mora
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