noviembre 14, 2018

Anticomunismo, oportunistas y conversos, de elviejotopo


Aristides Alvarez Arce Todos los que citan a continuación fueron unos oportunistas y unos chaqueteros:

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Anticomunismo, oportunistas y conversos. (1) Conversos.   
9 de enero de 2016   Anticomunismo, oportunistas y conversos es una doble entrada dedicada a recordar la evolución de algunos ilustres de la vida política española.

Hablaré de conversos para referirme a aquellos que desde posiciones comunistas en el franquismo y en la Transición. acabaron en lo más oscuro del escenario político, formando parte de una derecha española cuyo ADN franquista le ha impedido siempre condenar la dictadura fascista de Franco, y en la que coexisten neoliberales, neocons y nolstálgicos de la época del dictador. Tienen la fe del converso, la del judío convertido al cristianismo en tiempos de la Inquisición que se rebela como el más feroz perseguidor de los judíos. Ayer eran comunistas y hoy forman parte del anticomunismo más casposo y reaccionario

Y hablaré de oportunistas para referirme a aquellos que otros que, desde las filas del movimiento comunistas, en la Transición decidieron apostar por el caballo ganador de la socialdemocracia para medrar políticamente. Acabaron formando parte de esa derecha socioliberal, "moderna" y con cierta sensibilidad social que encarna el PSOE. Son los apoltronados, los que cambiaron la chaqueta a cambio de poltronas y prebendas, especialmente tras el triunfo de Felipe González en 1982. Les ha ido bien en la vida: de cargo en cargo cada vez hacia lo más alto. A menudo destilan cierto anticomunismo que recuerda al del converso, pero la ideología del oportunista es sobre todo la del 'qué hay de lo mío'. El oportunista ante todo es práctico, en tanto que busca defender sus intereses personales y su ambición de poder. Manifiesta una evolución que en algunos fuese sincera y honesta, pero que en otros muchos casos fue sencillamente un asunto de buscar la manera de vivir confortablemente de la política en posiciones de poder.

Como acertadamente sugiere Higinio Polo en la cita del comienzo, oportunistas y conversos no forman compartimentos estancos, ya que les mueve el cálculo y la inercia de aproximación al poder. Pese a ello, el término "converso" lo utilizaré para referirme a aquellos comunistas que acabaron formando parte del circo político de la derecha, incluso un buen puñado de ellos adoptando coordenadas fascistas. Y hablaré de "oportunistas" para referirme (en la segunda parte) a los que acabaron integrando esa gigantesca cofradía de estómagos agradecidos que siempre ha sido el PSOE.

Aunque evidentemente encontraremos excepciones, unos y otros se ajustan a un perfil socioeconómico dominante en este cuadro humano: un origen social acomodado. En su mayoría proceden de familias bien asentadas económicamente. Tómese esta afirmación como una tendencia más que como una regla que se cumpla en todos los casos.

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