Mikel Tar Orrantia Diez · 4/12/2018
¿Quien soy yo para decirlo, dirás, pero lo grito con toda mi alma rebelde demócrata, confederal, socialista y libertario:
¡Andaluces, en pie, estáis a tiempo!
¡No hay espacio para la abstención! : Votar no es un acto sacramental,
es crear una barrera temporal mientras cogemos aire, a la peor de las
sociedades que la humanidad a conocido: el fascismo, el nazismo, el
falangismo en versión propia... es el capitalismo más conservador y
salvaje, escorpión sin sentido ni alma, que adopta al fascismo
(falangismo en España) para destruir las libertades y limitar al máximo
los derechos, extraer mayores plusvalías a sus capitales e inversiones, y
centralizar la toma de decisiones, el poder, los capitales y recursos;
militarizar las sociedades e implantar dictaduras duraderas que
aniquilan lo mejor de las mujeres y hombres de las comunidades
sometidas.
Lo sabemos muy bien: en España estuvimos en la sombra dictatorial oprobiosa del nacionalcatolicismo durante 40 años, tras el golpe de estado triunfante de los generales facciosos liderados por Franco en 1936-1939, y hasta 1978 (y quizá hasta hoy mismo...).
La transición de la dictadura franquista a la democracia no hizo limpieza, quizá no pudo, pero dejamos en el poder las familias que promovieron el golpe franquista y con ellas el caciquismo, el nacionalismo católico oportunista, el clientelismo, jueces, enseñantes, policías y militares y buena parte de un pueblo malhadado por aquellas doctrinas fascistas a la española que hoy reviven a la sombra del capitalismo postindustrial que nos aqueja...
¡Unidad en la diversidad confederal para las izquierdas y los progresistas de las nacionalidades de esta España irredenta!.
Salud y libertad
Lo sabemos muy bien: en España estuvimos en la sombra dictatorial oprobiosa del nacionalcatolicismo durante 40 años, tras el golpe de estado triunfante de los generales facciosos liderados por Franco en 1936-1939, y hasta 1978 (y quizá hasta hoy mismo...).
La transición de la dictadura franquista a la democracia no hizo limpieza, quizá no pudo, pero dejamos en el poder las familias que promovieron el golpe franquista y con ellas el caciquismo, el nacionalismo católico oportunista, el clientelismo, jueces, enseñantes, policías y militares y buena parte de un pueblo malhadado por aquellas doctrinas fascistas a la española que hoy reviven a la sombra del capitalismo postindustrial que nos aqueja...
¡Unidad en la diversidad confederal para las izquierdas y los progresistas de las nacionalidades de esta España irredenta!.
Salud y libertad
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