Sandra Vicente 14 de diciembre de 2023
A finales de marzo, Joana quedó para comer con sus padres para despedirse de ellos. No es que se fuera de viaje ni a vivir a otro país. Esta joven de 27 años fue expulsada hace unas semanas de los Testigos de Jehová, religión a la que había pertenecido desde que nació y que estipula que sus miembros no pueden tener contacto alguno con las personas expulsadas.
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