agosto 18, 2019

Manuel de la Peña Piñeiro, nacido en Melilla en 1912, de Marisa Peña

Marisa Peña      18 de julio  ·  (III)
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Mi nombre es Manuel de la Peña Piñeiro, nacido en Melilla en 1912, pero criado entre Madrid, Martos y Larache, donde mi padre ejercía como sanitario militar. He participado en pequeñas compañías de teatro amateur y escribo versos sin ánimo de lucro. Durante el servicio militar fui condenado a varios años de reclusión por negarme a participar en la represión minera de Asturias. Al poco de salir de mi encierro los militares fascistas dan un golpe de estado, al que luego llamarán glorioso alzamiento, y me condenan a muerte junto con mi padre por negarnos a apoyar a los sublevados en Larache y por nuestras ideas republicanas y de izquierdas que nunca ocultamos. Mi madre es también encarcelada y se nos confiscan los bienes. Mientras mi padre es fusilado, yo consigo que se me conmute la pena de muerte por reclusión y soy trasladado al Penal de Santa María donde paso los tres años de la contienda. Al terminar la guerra soy trasladado a Ocaña, de allí a Burgos y después puesto en libertad en el año 44. Me reencuentro con mi madrina de guerra Carmen Martín Gago, miliciana de cultura, y nos casamos ese mismo año.Junto a ella formo parte de la resistencia clandestina antifranquista y de la ayuda a los familiares de presos políticos en el Socorro rojo, lo que me lleva a ser detenido de nuevo en 1945 y paso diez años en distintos penales :Alcalá de Henares,Buitrago, Fuencarral y Cuelgamuros. Soy utilizado como mano de obra para la construcción del valle de los caídos, de la presa de Buitrago y de la estación de Pitis. Mi salud empieza a resentirse y caigo enfermo de tuberculosis. Ingreso en el hospital de tuberculosos presos y me conmutan la pena para que en 1957 vuelva a morir a mi hogar. Consigo sobrevivir, ya muy deteriorado, unos años más y muero en 1963. Mis poemas están publicados bajo el título Poemario a dos voces en la editorial la factoría de ediciones. Vivo en el afán de mi nieta y en el hilo que se empeña en seguir tejiendo.
Que nuestro dolor no sea en vano. Nadie, nunca, nada, no"
©Marisa Peña. Mi bella miliciana.




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