George Gonzalo
El Instituto Cervantes es la prestigiosa institución que vela por la expansión y el cuidado de la lengua española castellana y las culturas hispánicas en el mundo, que trabaja por su aprendizaje y promoción en las sedes que posee en 45 países de todo el mundo, así que no es de extrañar que el Gobierno optara en 2018 por poner al frente de esta institución a un estudioso, conocedor y genio del idioma más hablado del mundo, por encima del inglés y solo por debajo del chino, según Statista [https://es.statista.com/grafico/12917/el-espanol-el-segundo-idioma-mas-global/], aunque las cifras varían en otros cómputos, que sitúan al castellano en tercer lugar. La responsabilidad, en todo caso y teniendo en cuenta el peso de esta lengua, es abrumadora.
Esta semana, no obstante, al Instituto Cervantes le ha salido un competidor en la Comunidad de Madrid, precisamente, en la región donde la institución tiene dos sedes principales, en Madrid capital y en Alcalá de Henares. Isabel Díaz Ayuso ha pagado a Toni Cantó su lealtad al PP y su deslealtad a Ciudadanos y a UPyD con uno de esos chiringuitos tan denostados por el propio Cantó: una Oficina del Español que aún no se sabe muy bien si defenderá la lengua o a los hombres españoles, teniendo en cuenta la deriva que lleva el PP con su nacionalpopulismo centralizador.
(...) ¿Adivinan quién se va a llevar las tortas más sonadas de la legislatura cada vez que abra la boca u organice algo de su cosecha para defender el español? Vean, si no, el comienzo: llevamos dos días hablando de Cantó y su Oficina, mientras el Gobierno madrileño sigue laminando la sanidad y la educación públicas, con mucha menos repercusión entre la opinión general y pese a las protestas desgañitadas de los profesionales de ambos sectores, tan maltratados por la pandemia y, ahora, rematados en una insoportable política privatizadora que -es cierto- los/as madrileños han avalado de forma contundente en las urnas.
Toni Cantó es el muro de contención de Ayuso para que ella pueda pactar discretamente con Vox recortes de derechos y libertades -de las buenas-, controlar Telemadrid ante la estupefacción de una audiencia cada vez mayor gracias a una gestión impecable estos años o privatizar lo público hasta la extenuación. Y Cantó no tiene ni idea de lo que se le viene encima, pero qué retorcidamente brillante.
+ 8/7/21 Adriano LozanoPODEMOS REPUBLICANO Y ANTIFASCISTA ✊ (ExS)
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