Lucio Martinez Pereda 26/4/21 AHORA: SONRIEN.
El fascismo ya no es el de la década de los 30. Es un fascismo blando, que ya no necesita de la truculencia de las armas o el miedo en las calles para imponerse. Esta vez llega con las urnas, aprovechando los derechos de la democracia.
Los fascismos no avisan, niegan su condición y se camuflan bajo el discurso del respeto a la ley. Saben que cuando lleguen al poder la pueden cambiar.
El fascismo blando habla una neolengua alejada del tradicional lenguaje del totalitarismo, una neolengua diseñada con los conceptos políticos del viejo liberalismo: enfatizan la palabra libertad
Se han encontrado una democracia debilitada, llena de contradicciones, un poder corrupto y una ciudadanía desesperanzada: si les dejamos sabrán terminar con ella.
.............................
No hay comentarios:
Publicar un comentario